"El descubrimiento de que lo que llamamos "persona" emerge poco a poco de un cerebro que se desarrolla gradualmente nos obliga a reformular los problemas de la bioética. Otra cosa hubiera sido que los biólogos hubieran descubierto un punto en el que el cerebro estuviera completamente ensamblado y se conectara y pusiera en marcha por primera vez, pero no es así como funciona el cerebro. El sistema nervioso surge en el embrión como un tubo sencillo y se diferencia en un cerebro y una médula espinal. El cerebro empieza a funcionar en el feto, pero sigue conectándose hasta bien entrada la infancia e incluso la adolescencia. La exigencia de la ética, tanto de religiosos como de seculares, de que se identifiquen los "criterios para determinar la existencia de la persona" presupone que se puede encontrar una línea divisoria en el desarrollo del cerebro. Pero cualquier pretensión de haber avistado una línea de ese tipo conduce a absurdos morales."
Steven Pinker - La tabla rasa
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