lunes, 31 de marzo de 2014

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"El descenso de la línea criminal en los veinteañeros no va aparejada con un descenso de los niveles de testosterona, pero se atribuye a un desarrollo tardío de la parte frontal de la corteza cerebral, la corteza prefrontal, que controla nuestra conducta impulsiva y fomenta el comportamiento moral. El desarrollo tardío de la corteza prefrontal significa también que el derecho penal adulto no debería aplicarse antes de que esta estructura cerebral esté madura, algo que sucede entre los veintitrés y los veinticinco años. La política no tiene en cuenta este patrón de desarrollo y, para contentar a los electores asustados, defiende rebajar el límite de edad para que se aplique el derecho penal a adultos. El alcohol inhibe las funciones de la corteza prefrontal, lo que puede provocar un episodio repentino de violencia gratuita durante una salida nocturna. Daños en la corteza prefrontal durante los primeros años de vida también pueden ocasionar un comportamiento social y moral desequilibrado."

Dick Swaab - Somos nuestro cerebro

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