"Las diferencias de género son un paradigma especialmente productivo, aunque políticamente controvertido. Ya se las describe de manera pormenorizada en la bibliografía psicológica y antropológica. Sus fundamentos biológicos se conocen en parte, y han sido documentados en el cuerpo calloso y otras estructuras del cerebro; en las pautas de la actividad cerebral; en el olfato, en el gusto y otros sentidos; en la capacidad espacial y verbal; y en el comportamiento innato de juego durante la infancia. Las hormonas que median la divergencia de los sexos, que producen diferencias estadísticas con superposición en estos diversos rasgos, se conocen relativamente bien. El principal gen que desencadena su fabricación última durante el desarrollo fetal e infantil se ha localizado en el cromosoma Y. Se denomina Sry, por región de Y que determina el sexo. En su ausencia, cuando el individuo tiene dos cromosomas X en lugar de un X y un Y, las gónadas fetales se desarrollan en ovarios, con todas las consecuencias que se siguen en el desarrollo endocrino y psicofisiológico. Puede que estos hechos no satisfagan los anhelos ideológicos de todo el mundo, pero ilustran todavía de otro modo que, nos guste o no, el Homo sapiens es una especia biológica".
Edward O. Wilson - Consilience
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